Y puedo jurar
que no me quedaban ganas
de mirar a nadie más.
En ese preciso momento
entendí que los ojos;
siempre, siempre le pertenece
a la persona que los hace brillar…
Aquí les comparto todo lo que me hizo aprender el tiempo y la vida. Todas las fotos pueden ser copiadas o compartidas. Gracias por leerme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario